Hicieron luego el fuego, y hecho, hicieron medio sol, el cual, por no ser entero, no relumbraba mucho, sino poco. Luego hicieron a un hombre y a una mujer: al hombre le dijeron Uxumuco y a la mujer Cipactonal. Y mandáronles que labrasen la tierra; y a ella que hilase y tejiese. Y que de ellos nacerían los macehuales, y que no holgasen, sino que siempre trabajasen. Y a ella le dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos curase y usase de adivinanzas y hechicerías, y así lo usan hoy en día de hacer las mujeres.
Nichimajuk tal yo'onton ti snupe...
Que llegue con flores en su corazón el hombre.
Que llegue con todo su corazón.
Que hable con mi carne.
Que le duela su sangre por mí
cuando me ve en el camino al mercado.
Yu'un me ta jk'an ti chinupije...
Quiero juntarme con él.
Quiero que el hombre complete mi cuerpo.
Me llamo la Sagrada Mujer
Me llamo la Sagrada Magrina...
Soy una mujer borracha
soy una niña borracha....
Me siento muy dulce
me siento muy agria.
El trago tiene sabor de melón
Tiene sabor a sandía...
Que pague con su carne.
Y que no pase de mañana o pasado.
Que Trece Diablos Mujer,
que trece Diosas de la muerte
Borren su nombre...
Que se atragante con un frijol.
Dale chorrillo, sécale su semen.
Hazle chiquita chiquita su verga.
Que no se vaya a escapar.
Agárrenlo.
Mátenlo en su cama.
Leyenda Azteca. Coatlicue (foto)
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