Antes me parecía hermoso vivir el frío
y una viva caricia para mí era el frescor,
me gustaba lo amargo, y era como
si pudiese seguir con mis caprichos
incluso en un banquete de tinieblas.
Alegría sacaba del frío manantial.
y aquella vastedad la dió la nada
De la tiniebla natural, maravilloasmente,
se destacó una extraña claridad
¿Por mucho tiempo?
y una viva caricia para mí era el frescor,
me gustaba lo amargo, y era como
si pudiese seguir con mis caprichos
incluso en un banquete de tinieblas.
Alegría sacaba del frío manantial.
y aquella vastedad la dió la nada
De la tiniebla natural, maravilloasmente,
se destacó una extraña claridad
¿Por mucho tiempo?
Apenas
Pero yo, amigo mío, salí adelante.
Bertold Brecht
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