Donde la espuma, aliada de la estrella,
nos junta cielo y mar y la ventana
nos trae un anticipo de mañana
que envejece el cigarro y la botella;
donde la estrella aliada del rocío
tras otro día vase suspirando
y la noche se esfuma divagando,
color azul, alrededores míos;
donde el rocío aliado de la aurora,
lágrima helada en el clavel de fuego,
de siempre nunca todavía y luego
extravía el sentido de la hora;
donde la piedra aliada de la espuma
deshace mariposas, polvo oscuro,
tu delicada sombra contra el muro
hace brotar la rosa de la bruma.
Raúl Gonzalez Tuñón- Arg.
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