sábado, 30 de mayo de 2015

ABISMO






La mujer bebe cerveza mientras contempla el abismo
que se abre bajo su barbilla, una jarra inmensa
y un enorme cigarro de marihuana o de otra cosa
quizá más peligrosa, quizá más abismo
pero le da igual
un día junto al mar la mujer fue casi feliz
y es lo mejor que podría pedir
pero su casi felicidad se murió degollada
en una noche, a oscuras, sin alevosía
y buscó un abismo muy grande
capaz de tragársela entera y ninguna
jarra de cerveza es lo bastante grande
y quizá incluso ningún abismo encerrado
en papel de liar o en artefactos más sofisticados
sea lo bastante grande para comer toda la
inmensa cantidad de porquería que la mujer porta
como un poco todos nosotros, los espectadores
condescendientes de un drama anónimo
en una noche anónima, perdida entre miles
y miles de noches anónimas
y la mujer regala a los vientos, a las basuras
a todo el que quiera aceptarlo sin darle importancia,
a las ratas, a una balada agridulce que suena
en un destartalado aparato de música de esos que tienen
muchas lucecitas y que parecen buenos y caros
le regala al mundo en general, al mundo que no mira
y que no siente nada y que no comprende al igual
que todos nosotros los espectadores anónimos que
no comprendemos nada porque el dolor es algo
profundamente desagradable y la ignorancia no
es cómoda pero es agradecida y no aceptamos nada
que la mujer nos dé pero ella regala sin codicia
regala abierta y no le importa a quién y ella
regala la vida que le resta por vivir, pero nosotros
no la cogemos y queda desparramada como un
vómito asqueroso sobre el pavimento gris que
al final es el que menos entiende de todos.


Franciso de la Torre - España

No hay comentarios: