Mientras descendía por Ríos impasibles,
ya no me sentí guiado por los sirgadores:
los Pieles-Rojas chillones los habían tomado por Dianas
clavándolos desnudos sobre postes de colores.
No me preocupaba tripulación alguna,
portadora de trigo o de algodón inglés.
Cuando con mis sirgadores acabó ese alboroto,
adonde yo quería me dejaron descender los Ríos .Arthur Rimbaud- le Bateu Ivre -fragm.-
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